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El contacto directo con el entorno natural sana el alma y nos quita las dolencias.
El bosque nos acoge en cualquier época del año, pero en otoño y en primavera se viste con nuevos colores y hay rincones en España que son dignos de descubrir, aunque sea por una vez en la vida.
Esta es nuestra selección en Ecophonic con los 5 bosques que consideramos dignos de una visita… o dos.
1. Bosque de Rascafría
La sierra norte de Madrid está salpicada de pueblos pintorescos y tiene una de las rutas más bonitas para disfrutar de la naturaleza entre abedules y chopos.
Tienes que partir desde el Monasterio de El Paular para adentrarte en el bosque El Potario, pero al que llaman “de Finlandia” por su enorme parecido y además cuenta con una antigua cabaña que hacía las veces de sauna.
Tiene un coqueto embarcadero en el río Lozoya que en primavera baja más caudaloso gracias al deshielo.
Curiosidad: La xilosa con la que se fabrican algunos licores, dulces y chicles se extrae del abedul.
2. El bosque de Muniellos, Asturias
En el Parque Natural de las Fuentes de Narcea, encontramos uno de los robledales europeos de mayor extensión y mejor conservados.
Es una joya asturiana reservada para un grupo diario de sólo 20 personas y la lista de espera es larga.
Visitarlo en primavera es un privilegio y es uno de los lugares míticos para hacer senderismo entre el roble albar (Quercus petraea), abedules, tejos, acebos, hayedos y sauces.
Un bosque secreto de casi 3.000 hectáreas que es santuario de lobos, corzos y algún ejemplar de oso pardo, de ahí que haya sido declarado Reserva de la Biosfera.
Curiosidad: El roble albar es idóneo para repoblar ciertas zonas forestales, debido a su densidad arbórea y aporte de materia orgánica al suelo.
3. El bosque de secuoyas de Cantabria
En el Monte Cabezón de la Sal, alrededor de los años 40, se decidió plantar una buena cantidad de secuoyas (casi 1000) con la intención de abastecer de madera a la población.
Su madera era de buena calidad, ligera , rojiza, no resinosa y fácil de trabajar.
Curiosamente, cuando llegó el tiempo de la tala, la demanda cayó en picado y gracias a ello, hoy podemos disfrutar de estos gigantes arbóreos que proceden del Pacífico.
Secuoia sempervirens es un árbol longevo, de crecimiento rápido, con un tronco recto que puede alcanzar los 100 metros de altura y como dato curioso te avisamos que para abrazar alguno de estos árboles vas a necesitar más de 3 amigos porque tienen un perímetro de unos 2 metros.
En el 2003, a este peculiar rincón cántabro, lo declararon Monumento Natural y, al contrario que los otros 4 bosques, éste puedes descubrirlo en cualquier época del año.
¡Te va a enamorar!
4. El Bosque Encantado de Anaga
En el interior del Parque Rural de Anaga en Tenerife, encontramos este bosque que es el mejor ejemplo de selva húmeda laurisilva, una rareza que solo se da en climas subtropicales.
Tiene senderos de ensueño para amantes del trekking y para relajarte observando el vuelo de los cernícalos, búhos y distinto tipo de aves.
Al igual que en Asturias también tendrás que tramitar un permiso ante el Cabildo de Tenerife ya los grupos no pueden superar las 45 personas por día.
Antes hemos dicho que se trata de un parque “rural” y es porque sus tierras pertenecen a agricultores que las trabajan y cultivan las deliciosas papas y batatas canarias.
Caminar entre pasarelas, túneles y pasadizos húmedos que se forman de manera natural con las ramas de los árboles, es una experiencia mágica que no te puedes perder.
5. La Selva de Irati
Después de la famosa Selva Negra alemana, en Navarra, muy cerca de la frontera con Francia, está el segundo hayedo más grande de Europa.
Podemos presumir de ello.
Vas a encontrar un paisaje muy cambiante y por eso, es un reclamo de los amantes de la naturaleza.
Sobre todo, en las estaciones de otoño y primavera, cuando las hayas cambian el color de sus hojas, pasando por toda la gama de ocres, amarillos y rojos.
La selva de Irati es un manto natural que impresiona por su equilibrio ya que, los árboles se talan a la misma altura creando una cúpula frondosa de enorme belleza.
No renuncies a pasear por este pulmón verde donde sobrevuelan los buitres leonados, que cuenta con más de una docena de senderos, lagos, cuevas o pequeñas cascadas y que merece llamarse “la joya de los Pirineos”.
Como última curiosidad te contamos que las hayas pueden vivir 250 años y se han dado casos excepcionales de hasta 500 años.
El haya es una madera de gran calidad y resonancia con la que creamos algunos modelos de nuestros altavoces para móviles, Ecophonic.
En Ecophonic cuidamos y protegemos la naturaleza:
- Estamos comprometidos con el medio ambiente y somos:
- NEOartesanos
- ECOdiseñadores
- Una de las #101EmpresasPorElClima del 2022
- Colaboradores de la Asociación Reforesta para recuperar y repoblar zonas boscosas dañadas.
- Ecofriendly y podemos asegurar la prosperidad minimizando el impacto ambiental.
*Además de ser sostenible, con la compra de un ecophonic estás apoyando la neoartesanía y el ecodiseño español ¡Gracias!